Papa Francisco, agradecidos por su vida, inspirados por su ejemplo.

Cuando un ser querido muere, el corazón se llena de nostalgia, recuerdos, tristeza y gratitud. Por eso hoy, tras la reciente noticia de que nuestro querido Papa Francisco ya celebra la Pascua definitiva, queremos hacer un recorrido de GRATITUD y ESPERANZA por su pontificado, su lucha y su vida. El mismo nos repitió innumerables veces: “La Iglesia es madre que acoge, que escucha, que perdona”. Destacamos su incansable tarea de poner, ante todo, a la persona como centro de la creación, la búsqueda permanente de la paz y la justicia en un mundo dividido por las disputas y las discordias, la preocupación por el cuidado de la Casa común, y el valor de los gestos ordinarios y cotidianos como testimonio vivo del Evangelio de Jesús.
Agradecemos a Dios por el Papa que nos dio, que marcó profundamente los últimos 12 años de la Iglesia y el mundo; pedimos por su eterno descanso orando en Comunidad y nos dejamos inspirar por su compromiso, su esperanza, su valentía y cercanía.
Descansa en paz, Papa Francisco. ¡Y no dejes de acompañar a la Iglesia y al mundo desde tu lugar al lado de Dios!»

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